sábado, 17 de marzo de 2012

Una respuesta a Emmanuel sobre el Libro de Urantia

Este comentario  dejé en el blog de Emannuel a raíz de una entrada que él publicó:

Me parece increíble que os dejéis perturbar tanto hasta el grado de estar debatiendo aquí este asunto. Esto muestra que el libro no te deja indiferente, sea que estés a favor o en contra.

Eso demuestra que de alguna forma habéis quedado perturbados y prendados. Me sorprende la lluvia de críticas y diatribas. Amigo, eso solo hará que muchos más quieran ver de que se trata.

 Yo recomiendo no analizarlo si simplemente no estás de acuerdo, pero no comparto la idea de intentar una especie de pre- condicionamiento para que los lectores de este blog se predispongan contra algo.

En verdad, Emmanuel, no me parece apropiado de tu parte. Creo que cada cual debe evaluar lo verdadero o falso, puesto que por esa misma regla, vuestra cronología es especulativa e imaginativa.

Creer que los sucesos bíblicos que vendrán en el futuro están gobernados por tablas simétricas es algo EXTRA bíblico por muchas razones. Pese a muchas advertencias sobre no fijar fechas, seguís realizando cálculos. Pero todos sabemos que son posibilidades, aunque tu lo deslices como algo casi seguro. Y yo no te juzgo.

Ese razonamiento sobre el supuesto diseño de la cronología puede ser o no tan falaz como intentar desacreditar una fuente, sea cual sea.

Pablo mismo citó palabras de verdad de los griegos y algunos filósfos. Esas palabras están en la Biblia.

Cuando por ejemplo Bruno citó unas palabras llenas de coherencia y verdad irrefutable, tu única reacción fué decir: ESAS PALABRAS NO SON BÍBLICAS. En vez de concentrárte en el contenido, atacas el embase.

Recuerdo a unos testigos que con la misma reacción tuya criticaban TU BLOG y lo tachaban de apóstata y decían: ESO NO LO DICE EL ESCLAVO.

¿No te parece que a veces nos convertimos en aquello que nos condena?

La Biblia es un catálogo no inspirado en el sentido de que el compendio fué hecho mucho tiempo después de que la Biblia fuera terminada.

La Biblia es un proceso de añadidura progresiva de revelaciones. Incluso libros como el Apocalipsis, la Cartas a los Hebreos y Santiago fueron mirados con sospecha durante siglos.

Lo que hoy te puede parecer profano, en el futuro puede parecer sagrado.

Con respecto a la idea de lanzar ahora una nueva revelación a esta altura del aparente fin de los tiempos, no me parece un argumento convincente.

Los apóstoles estaban seguros que el Día de Jehová vendría en su época, y quizás tenían más razones que nosotros. Y pasaron casi 2000 años....

El día puede venir mañana o mucho después. ¿Quién lo sabe?

¿Quién puede determinar el reloj de Dios? ¿Lo puede hacer un cronólogo? ¿Qué dirán las generaciones futuras?

En el siglo 19 se hicieron las mismas proyecciones sobre el fin. Cada generación intenta mantenerse alerta, lo cual no es malo, pero tampoco es algo certero.

Creo que no debemos juzgar con tan poca información.

Cuando Jesús llegó fué tachado de endemoniado por decir mensajes como que él era un ser sobrehumano que vivió en los cielos, etc.

Y la mayoría rechazó a Jesús.

Estáis errados si crees que algo nuevo debe ser aceptado por la mayoría o es algo que debe difundirse de manera simultánea.

Ese libro no pretende ser un libro inspirado ni un reemplazo para las religiones que ya cumplen un papel en la predicación.

Cuando la predicación ya estaba completa en el siglo I, y los apóstoles casi todos muertos, aparece al final el Apocalipsis y el Evangelio de Juan con un porcentaje elevado de información complementaria ¡nueva!

¿Por qué no se reveló antes? ¿Era esencial para el mensaje de predicación? ¿Era para el futuro y las nuevas generaciones?

Los procesos son lentos y graduales. Así se hace la historia.

Siempre ocurre el mismo evento de shock, y la prudencia y calma nos invita a no juzgar las cosas por su apariencia.

Para más información sobre nuestras reacciones, ver la entrada anterior: