domingo, 24 de julio de 2016

La Providencia Verdadera

4:1.1 (54.4) Por muchas épocas los habitantes de Urantia han interpretado erróneamente la providencia de Dios. Hay una providencia divina trabajando en vuestro mundo, pero no se trata del ministerio infantil, arbitrario y material que muchos mortales han concebido. La providencia de Dios consiste en las actividades entrelazadas de los seres celestiales y de los espíritus divinos que, de acuerdo con las leyes cósmicas, laboran incesantemente por el honor de Dios y para el desarrollo espiritual de sus hijos en el universo.

Notamos que la Providencia más que actuar en el ámbito físico, trabaja en aspectos relacionados con nuestro interior. Cuando los israelitas salieron de Egipto, pudieron observar grandes fenómenos de un aparente poder divino. Sin embargo, la misma Biblia admite que aquello no les sirvió para corregir su corazón. La Providencia verdadera, no es por lo tanto, el vehículo externo de demostración sobrenatural de Dios, para obligar a mentes infantiles a servirle.

El trabajo de la Providencia es más bien una obra que nos ilumina desde el interior, para lograr nuestro auténtico progreso espiritual.

4:1.2 (54.5) ¿No podéis vosotros acaso desarrollar vuestro concepto sobre el trato de Dios con el hombre hasta el punto de reconocer que la consigna del universo es progreso? A través de prolongadas edades la raza humana ha luchado para llegar a su estado actual. A lo largo de todos estos milenios la Providencia ha estado laborando en el plan de la evolución progresiva. Estas dos ideas no son opuestas en la práctica, sino tan sólo en los conceptos erróneos del hombre. La providencia divina no se enlista jamás en oposición al verdadero progreso humano, tanto temporal como espiritual. La providencia está siempre de acuerdo con la naturaleza inmutable y perfecta del supremo Legislador.

4:1.4 (55.2) No hay límites a las fuerzas y personalidades que el Padre puede utilizar para mantener su propósito y sostener a sus criaturas. «El Dios eterno es nuestro refugio, y abajo están sus brazos sempiternos». «El que habita en el lugar secreto del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso». «Mirad, el que nos guarda no se adormecerá ni se dormirá». «Sabemos que todas las cosas cooperan para bien de los que aman a Dios», «porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones».

A veces tenemos la conciencia de que ocurren hechos externos-internos  muy íntimos que provocan un crecimiento en nuestro ser. Tomamos conciencia de que Dios responde nuestras oraciones, no tanto para librarnos de circunstancias externas desagradables, sino para otorgarnos cualidades internas que nos hacen crecer interiormente y enfrentar sabiamente las mismas. 

¿Podemos entender que somos semillas que aún no demuestran lo que realmente somos? Por eso, la consigna del universo es el progreso. Todos debemos seguir progresando sin fin, y la Providencia nos ayuda en esa dirección.

4:0.3 (54.3) El asombroso plan de perfeccionar a los mortales evolutivos y, una vez que alcanzan el Paraíso y los Cuerpos de la Finalidad, el proporcionar capacitación ulterior para alguna tarea futura no revelada, parece ser, al actualmente, una de las ocupaciones principales de los siete superuniversos y sus muchas subdivisiones.

Una de las formas en como la Providencia verdadera actúa es mediante los serafines:

113:4.1 (1245.1) Los serafines son estimuladores de la mente; intentan continuamente promover en la mente humana las decisiones que cumplen los círculos. Lo hacen, no de la manera en que lo hace el Ajustador, operando desde adentro y a través del alma, sino más bien desde afuera hacia adentro, trabajando a través del medio ambiente social, ético y moral de los seres humanos.

113:4.4 (1245.4) El impulso a la adoración se origina en gran parte en las estimulaciones espirituales de los ayudantes de la mente más elevados, reforzadas por la guía del Ajustador. Pero el impulso a la oración tan frecuentemente experimentado por los mortales conscientes de Dios surge muy frecuentemente como resultado de la influencia seráfica. El serafín guardián está manipulando constantemente el medio ambiente mortal para el propósito de aumentar el discernimiento cósmico del ascendente humano con el fin de que dicho candidato para la supervivencia pueda adquirir una realización enaltecida de la presencia del Ajustador residente y de esta manera pueda dar una mayor cooperación a la misión espiritual de la presencia divina.

Hay circunstancias externas manipuladas por los serafines y otras agencias espirituales al servicio de Dios, pero éstas son muy sutiles y no estruendosas. De pronto, ciertas circunstancias se dan para que podamos madurar, hacer nuestros ajustes internos, orar, y crecer. Cuando el medio ambiente externo se vuelve favorable, podemos hablar de la verdadera Providencia, la mano de Dios en nuestros asuntos.

viernes, 22 de julio de 2016

El detalle de Dan: Otro despiste de los escribas

En uno de los relatos más terribles de masacre hacia gente pacífica, los danitas reconstruyeron la ciudad de Lais que habían destruido y la llamaron “Dan, según el nombre de su padre, Dan”. (Jue 18:28, 29.) Sin embargo, en un despiste del redactor de Génesis,  supuestamente unos cuatro siglos antes, ya se llama a la ciudad por este nombre, cuando se dice que Abrahán persiguió a Kedorlaomer y sus aliados “hasta Dan”. (Gé 14:14.). ¡Sin embargo, en la época de Abrahán aún no nacía Dan!

Esto al igual que otros ejemplos que hemos analizado ampliamente en este sitio, demuestra que el Génesis no fue escrito ni por Moisés ni en su época. La Obra Perspicacia para explicar éste despiste (que es uno de varios que hemos encontrado) declara de forma un poco inverosímil: “El hecho de que esta antigua ciudad tuviese el mismo nombre que el antepasado de la tribu de Dan puede haber sido una simple coincidencia o tal vez dirección divina”. Lo evidente es que el escritor del Génesis lo hacia en una época en que ese territorio de la tribu de Dan ya estaba establecido.

Recordando otros despistes:

“Y Abrán siguió a través de la tierra hasta la ubicación de Siquem, cerca de los árboles grandes de Moré; y en aquel tiempo el cananeo estaba en la tierra” – Génesis 12:6.

Las palabras anteriores, por lo tanto, fueron escritas cuando el cananeo ya no estaba en la tierra, una época muy posterior al reinado de David inclusive. El escritor del Génesis tiene claro en que tiempo histórico él se encuentra, y que, por lo tanto, está describiendo una historia del pasado remoto.

“Pero nunca desde entonces se ha levantado en Israel un profeta como Moisés, a quien Jehová conoció cara a cara,  tocante a todas las señales y los milagros que Jehová lo envió a hacer en la tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra,  y en cuanto a toda la mano fuerte y todo el grande e imponente respeto que Moisés ejerció ante los ojos de todo Israel” - Deut. 34:10-12

Claramente este libro no pudo haberlo escrito Moisés. El redactor menciona que desde la época de Moisés nunca había sido levantado un profeta como él, lo cual indica que ya habían pasado suficientes profetas para hacer comparaciones con el difunto Moisés, el cual llego a ser el mas grande profeta antes de Cristo (Hechos 6:14; 21:21).

"Pero a los Jebuseos, habitantes de Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron expulsarlos; por tanto, los Jebuseos habitan hasta hoy en Jerusalén con los hijos de Judá" - Josué 15:63.

Lo anterior demuestra que los Jebuseos aún seguían viviendo mucho después de los relatos de las batallas narradas en Josué. Es más, los jebuseos seguían viviendo en las inmediaciones de Jerusalén hasta la época del retorno tras el destierro. La Obra Perspicacia admite:


"De la última referencia a los jebuseos aprendemos que, como grupo étnico, todavía estaban presentes y podían contaminar la adoración de los israelitas cuando estos regresaron del exilio en Babilonia. (Esd 9:1, 2.)" -Perspicacia

Es evidente, por ende, que las palabras escritas en Josué 15:63 fueron escritas tras el exilio de Babilonia. Y es sumamente impresionante que se diga que ¡¡"habitan hasta hoy en Jerusalén con los hijos de Judá"¡¡¡¡


Jerusalén fué conquistada por David mucho después de la época de Josué, así que ¿cómo es posible que los hijos de Judá habitasen Jerusalén? La explicación es obvia: El relato es una construcción posterior.

Sin embargo, una de las pruebas más contundentes están en este pasaje:

"Después de aquello los hijos de Dan pusieron de pie para sí la imagen tallada; y Jonatán hijo de Guersom,  hijo de Moisés,  él y sus hijos llegaron a ser sacerdotes para la tribu de los danitas hasta el día en que el país  fue llevado al destierro" - Jueces 18:30

Esta prueba indica que la redacción del texto fué después que la nación fuera llevada al destierro (posiblemente el destierro del reino norteño de Israel).

Algunos han tratado de explicar que aquí existe un error de traducción y que la palabra "país" significa "arca", y que el asunto se refiere al hurto del Arca de la Alianza por los filisteos, pero dicha explicación es inverosímil por el contexto, y también porque el arca no fué desterrada sino capturada. Tampoco hay evidencia de error en la palabra.

En mi opinión, el redactor y compilador de éstos libros del Antiguo Testamento jamás tuvo en mente hacer creer que los escritos eran autoría de Moisés, Josué o Samuel. Esa idea es creada por las Iglesias modernas para crear una especie de sacralidad de los textos y obtener un beneficio de autoridad, pero no estaba en la mente de los compiladores de los escritos Hebreos.

Esdras o los sacerdotes solamente están narrando los asuntos desde su respectiva época durante su cautividad y tras el retorno de lo judíos exiliados en Babilonia (cuando ya habían ocurrido los destierros del reino norteño y posteriormente de Judá). No existía ninguna intención en crear un halo místico atribuido a Moisés y a los otros profetas.

"Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová: Lo que hizo en el Mar Rojo, y en los arroyos de Arnón" - Números 21:14

Es interesante que supuestamente en la vida de Moisés ya había un libro que narraba el suceso del Mar Rojo. Por lo tanto, es improbable que Números fuera escrito por Moisés, puesto que el primero en hablar del suceso del Mar Rojo habría sido Moisés en el Éxodo y no un libro anterior a él. Esto es una prueba que Números fué escrito mucho después, cuando la historia del Mar Rojo era ya legendaria.

"Ese día en que el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo al Señor en presencia de todo el pueblo:
«Sol, deténte en Gabaón,
    luna, párate sobre Ayalón.»
 El sol se detuvo
    y la luna se paró,
hasta que Israel
    se vengó de sus adversarios.
Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en el cenit y no se movió de allí por casi un día entero". - Josué 10:12,13

Esto también nos demuestra que no fué Josué el escritor de "Josué", puesto que lo narrado ya había sido declarado antes en otro libro llamado el "libro de Jaser". Y nos volvemos a encontrar con este libro supuestamente mucho después de Josué:

"Y endechó David a Saúl y a Jonatán su hijo con esta endecha, y dijo que debía enseñarse a los hijos de Judá. He aquí que está escrito en el libro de Jaser". - 2 Samuel 1:17,18 

Notamos como el libro de Jaser menciona un asunto supuestamente de la época posterior de David y Saúl. 

¡Esto nos demuestra que el citado libro de Jaser recogía la historia de Josué hasta David y que por lo tanto el llamado libro de Josué como los libros de Samuel son muy posteriores y fueron escritos por el mismo personaje que tenía a su mano el ya existente "Libro de Jaser"!

miércoles, 20 de julio de 2016

Los Hijos del Edén

A uno de los escribas del texto bíblico se le fue un detalle que nos demuestra la existencia de los descendientes de los adanitas, como un pueblo aparte:

“¿Acaso los dioses de las naciones que mis antepasados arruinaron las han librado, aun a Gozán y a Harán y a Rézef y a los hijos de Edén que estaban en Tel-asar?” – 2 Reyes 19:12

¿Los hijos de Edén? Es muy interesante que los Asirios conocían a un pueblo que subyugaron llamados “los hijos de Edén” que vivían en Tel-asar. Esto claramente indica que no todos los pueblos eran hijos del Edén o Adanitas.

Parece ser que un reducido grupo de anditas descendientes de los adanitas siguió viviendo muy cerca del segundo Jardín. Tel-asar tiene que ver con el pequeño reino de Bit-Adini, junto al cauce superior del Éufrates. Parece que los Asirios redujeron a un último reducto de los antiguos anditas.

76:3.8 (850.4) Los adanitas aventajaron sobremanera a los pueblos circunvecinos en logros culturales y desarrollo intelectual. Produjeron el tercer alfabeto y, por otro lado, sentaron los cimientos de gran parte de lo que fue precursor del arte moderno, las ciencias y la literatura. Aquí en las tierras entre el Tigris y el Eufrates, mantuvieron las artes de la escritura, la siderurgia, la alfarería y la tejeduría, y produjeron una especie de arquitectura que no fue superada durante miles de años.

La Biblia contiene varias salpicaduras que demuestran una existencia de la humanidad antes que Adán y ya lo hemos tratado en este sitio (aquellos que matarían a Caín en otra tierra, la mujer que encontró en esos lugares, la Tierra de Nod, etc) . Ahora bien es interesante este detalle:

“A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti” - Gén. 3:16

Lo anterior indica que Eva había tenido embarazos anteriores. Si hubiera tenido cero embarazos y cero dolores seria imposible la multiplicación. 

martes, 19 de julio de 2016

Conclusiones sobre el asunto de los Milagros Antiguos

“Y Jehová endureció el corazón de Faraón rey de Egipto, y siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa” – Exodo 14:8.

“‘No es extraño que hagas estas preguntas, puesto que estás comenzando a conocer al Padre así como yo lo conozco, y no como los profetas hebreos tan nebulosamente le veían. Bien sabes que nuestros antepasados estaban dispuestos a ver a Dios en casi todas las cosas que sucedían. Buscaban la mano de Dios en todas los acontecimientos naturales y en cada episodio poco común de la experiencia humana. Relacionaban a Dios tanto con el bien como con el mal. Pensaban que había ablandado el corazón de Moisés y endurecido el corazón del faraón. Si el hombre sentía un fuerte impulso por hacer algo, bueno o malo que fuera, tenía por costumbre considerar estas emociones inusitadas diciendo: `el Señor me habló y me dijo, haz esto y aquello, o ve aquí o allí'. Así pues, ya que los hombres tan a menudo y tan violentamente caen en la tentación, se tornó costumbre de nuestros antepasados creer que Dios los conducía a la tentación para probarlos, castigarlos o fortalecerlos. Pero ya sabes que no es así. Sabes que los hombres demasiado frecuentemente son conducidos a la tentación por el ímpetu de su propio egoísmo y los impulsos de su naturaleza animal.” (1738.3) 156:5.4

Cómo hemos analizado en varias entradas, muchas veces en tiempos pasados se cargaba a Dios de los desastres de la naturaleza, e incluso las tácticas y victorias militares. Esto era porque muchos sucesos eran achacados a la Providencia.

Asi, fue Dios quien envió las serpientes venenosas que mordieron a los israelitas cuando estaban en el desierto (Num 21: 6); quien mando la peste a Israel, en la que murieron 70.000 hombres (2 Sam 24: 15); y quien provoco una sequía de tres años en todo el pais (1 Rey 17:1).

“Y al día siguiente aconteció que el espíritu malo de Dios entró en operación sobre Saúl, de modo que él se portó como profeta dentro de la casa, mientras David estaba tocando música con la mano, como en días anteriores; y la lanza estaba en la mano de Saúl” – 1 Samuel 18:10.

“un espíritu malo de parte de Jehová lo aterrorizaba” – 1 Samuel 16:14.

Era común en la creencia judía primitiva que Dios enviaba los espíritus que atormentaban al hombre o le inducían por el mal camino. Hoy los grupos religiosos han intentado explicar éstos textos incómodos aludiendo a la explicación obvia de los propios impulsos del hombre, pero los pasajes aludidos son claros al expresar esas tradiciones de los genios o espíritus que afectaban al hombre para el mal. Es más, todo aspecto desgraciado era achacado a Dios, sobre todo las enfermedades:

“Jehová te herirá con tuberculosis y fiebre ardiente e inflamación y calor febril y la espada y abrasamiento y tizón, y estos ciertamente te perseguirán hasta que hayas perecido” – Deut. 28:22

Quiénes tuvieran estas afecciones claramente estarían demostrando ante el pueblo que eran pecadores y que Dios los estaba afligiendo. Ser contagiado con éstos males demostraba un castigo divino.

“Jehová te herirá con locura y pérdida de la vista y aturdimiento de corazón. Y realmente llegarás a ser uno que anda a tientas al mediodía, tal como anda a tientas un ciego en las tinieblas, y no lograrás éxito en tus caminos; y tendrás que llegar a ser tan solo uno que siempre anda defraudado y robado, sin que nadie te salve” – Deut. 28:28,29

Las enfermedades mentales e incluso la ceguera eran males de Dios.

“Jehová te herirá con un divieso maligno sobre ambas rodillas y ambas piernas, del cual no podrás ser sanado, desde la planta de tu pie hasta la coronilla de tu cabeza” - Deut. 28:35

Cómo notamos en éstos pasajes, quiénes tuvieran estas afecciones claramente estarían demostrando ante el pueblo que eran pecadores y que Dios los estaba afligiendo. Todo lo que significaba mala salud y con defectos era considerado indigno de Dios, con una especie de castigo de parte de éste, era sinónimo de alguien indigno espiritualmente. Incluso eran discriminados quiénes participaban en el sistema de adoración al no poderse acercarse a Dios:

“Y Jehová continuó hablando a Moisés, y dijo: “Habla a Aarón, y di: ‘Ningún hombre de tu descendencia durante todas sus generaciones en quien resulte haber un defecto podrá acercarse para presentar el pan de su Dios. En caso de que haya hombre alguno en quien haya defecto, no podrá acercarse: un hombre ciego o cojo o con su nariz hendida o con un miembro demasiado largo,  o un hombre en quien resulte haber una fractura del pie o una fractura de la mano,  o jorobado o delgado o enfermo de los ojos o costroso o que tenga culebrilla o que tenga quebrados los testículos.  Ningún hombre de la descendencia de Aarón el sacerdote en quien haya defecto podrá acercarse para presentar las ofrendas de Jehová hechas por fuego. Hay defecto en él. No podrá acercarse para presentar el pan de su Dios”. – Levítico 21:16-21

Notamos que las personas discapacitadas o con defectos y mala salud quedaban fuera del servicio a Dios, la razón estriba en que parecían ser personas sin la bendición de Dios. Los anteriores son pasajes incómodos que rara vez actualmente son usados en los sermones o discursos semanales, pero eran bien refregados en las comunidades hebreas ya que la enfermedad es una cuestión siempre presente en la humanidad.

 “No obstante, no podrá entrar cerca de la cortina, y no podrá acercarse al altar, porque hay defecto en él; y no debe él profanar mi santuario, porque yo soy Jehová que los está santificando a ellos”. – Levítico 21:23

Estas ideas eran generadas en parte por la ignorancia. Durante mucho tiempo, la situación cultural de este pueblo de origen pastoril había sido desarrollada dentro de una estructura tribal, donde todo era de todos, donde cada uno participaba del destino de los demás, donde todos eran o pobres o ricos, donde no habían diferencias, donde había un gran sentido de solidaridad tanto en el bien como en el mal. Dentro de este nivel cultural creian que era perfectamente natural que uno sufriera por el mal de otros (Jos 7: 1-26). Había incluso un proverbio que decía: "Los padres comieron agraces y los hijos sufren la dentera" (Ez 18: 2). Viviendo dentro de esta cultura, el pueblo intento dar una expresión a su fe en un Dios tribal y justo, que castiga a los malos y recompensa a los buenos: todos los males que ocurren tienen que considerarse como un castigo inflingido por Dios. Si uno sufre, aunque sea justo, su sufrimiento es un castigo por los pecados y transgresiones que otros han cometido. Si uno lo pasa bien, su felicidad es una recompensa de Dios por su justicia o la de los demás. Y si sumamos a esto el desconocimiento de las leyes de la naturaleza, de la causa de las enfermedades, y porque suceden los fenómenos ambientales, el cóctel estaba servido. La misma psicología era bastante elemental, y los conceptos de libertad y responsabilidad humanas estaban muy poco desarrollados. Esto hizo que muchos de los fenómenos que hoy llamamos naturales, en aquella época se consideraran sobrenaturales, y por lo tanto, venidos directamente de Dios. De modo que cualquier cosa que ocurría, buena o mala, linda o fea, feliz o desgraciada, era obra de Dios.  Un israelita no podía jamás imaginar que sucediera algo en este mundo sin que Dios lo quisiera o lo provocara. El era el dueño de todo y, por lo tanto, el autor de todo.

La grandeza de Jesús de Nazaret
He aquí una de las grandes reflexiones en las que poco hemos profundizado. Es en este ambiente social asfixiante que Jesús hace una de las cosas más inéditas y revolucionarias. De todos los llamados milagros del Antiguo Testamento, la inmensa mayoría son de índole destructiva o de castigos negativos, como las enfermedades y plagas.

Muchos han hablado que Jesús realizó milagros para demostrar lo que haría con su poder real a “gran escala” en un futuro milenarista, etc. Sin embargo, él nunca realizó ni un solo milagro de naturaleza sobrenatural violenta y destructiva de malvados que ejemplificara en “pequeña escala” lo que haría al inaugurar su reino.  No, sin duda, hay una razón más hermosa, superlativa y sublime que solo la demostración de poder.

Además de su amor y compasión, Jesús demostró la verdadera naturaleza y carácter de Dios al hacer los llamados milagros. Puesto que Dios supuestamente enviaba los males y enfermedades,  Jesús demostró que aquello no era verdad. Y para hacerlo hizo sus magníficas curaciones. Con ésta razón echaba por tierra siglos de teología errónea y comenzamos a comprender la dinámica del conflicto con los líderes religiosos de Israel que empezaron a verlo como una amenaza.

Jesús enseña superlativamente que Dios solo envía el bien para desterrar siglos de ideas erróneas sobre el Dios Padre. Y deliberadamente sana a los cojos, ciegos, enfermos de angustias y males diversos, ¡aquellos mismos que eran condenados por las maldiciones de Dios! ¡Aquellos impuros que no podían acercarse al Tabernáculo eran tocados y acogidos en su reino por el mismo Hijo Creador del vasto universo!

El concepto del Dios tribal y encadenado a la naturaleza imperfecta queda atrás con el concepto sublime del Yaveh glorificado y exaltado como un Padre Universal amoroso y bondadoso.

Al concluir esta apasionante entrada que me ha sido toda una epifanía, el punto final no es la imposibilidad de que Dios actuase con sus milagros en el Antiguo Testamento, es más bien que aquellos hechos devastadores y de enfermedad no corresponden con la magnífica Revelación que hizo Jesús de Dios.  No rechazamos esos milagros como venidos de Dios porque sean imposibles, sino finalmente porque no armonizan con el Dios Padre revelado por Jesús.

Hoy, la religión ha evolucionado, aunque muchos siguen creyendo en que esas palabras tan duras fueron “palabra de Dios”, no obstante en su fuero interno, saben que lo que Jesús enseñó es la verdad. Por esa razón, prácticamente ya no son consideradas y recordadas en las enseñanzas modernas de la religión.

Entonces, Abre tu mente y corazón a la verdad.


El ángel exterminador y Ezequias

La literatura hebrea tiene mucha alusión a que YHWH enviaba ángeles ya sea para acabar con los hijos de los egipcios, provocar locuras como en el caso de Saúl, y también derrotar misteriosamente a ejércitos.

Ya hemos visto que el envenenamiento de las capas inferiores de aire pudo causar la muerte de los primogénitos egipcios, y algo similar ocurre en el caso de los 185.000 asirios exterminados. Las piezas envueltas en esta estrategia militar, sin embargo, nos apuntan a un envenenamiento de las aguas.

“Y Jehová procedió a enviar un ángel y a raer a todo hombre valiente, poderoso, y a caudillo y jefe en el campamento del rey de Asiria, de manera que este se volvió con rostro avergonzado a su propio país. Más tarde entró en la casa de su dios, y allí ciertos individuos que habían salido de sus propias entrañas lo hicieron caer a espada” – 2 Crónicas 32:21.

El relato de tres libros bíblicos (Isaías, Crónicas y Reyes) nos hablan de la salvación final del sitio asirio a Jerusalén por la intervención de un ángel que mató a 185.000 asirios.

Hay quiénes también creen en una especie de hecatombe nuclear provocada por unos extraterrestres. Sin embargo, descarto esta hipótesis ya que el campamento Asirio estaba inmediatamente afuera de Jerusalén, y esta contaminación radioactiva habría matado a la población interna al penetrar incluso por los muros de piedra.

Es interesante lo que Flavio Josefo escribió sobre el desastre asirio:

"Senaquerib, de la expedición de Egipto regresó a Jerusalén, donde encontró a las tropas comandadas por Rapsaces en gran peligro por la peste. Dios les envió una enfermedad que, en la primera noche en que sitiaron a la ciudad mató a ciento ochenta mil soldados, con sus capitanes y centuriones." - Antigüedades Judías X, 1, 5.

¿Una peste? ¿Se enfermaron repentinamente? ¿Por qué Josefo no habla explícitamente de un ángel?

Es cierto que los judíos atribuían las enfermedades al castigo de Dios o acción de espíritus angélicos tal como creían en los días de Jesús al recordar el episodio del espíritu malo enviado por Yaveh que atormentaba a Saúl. Era parte de la literatura hebrea desarrollada posteriormente asociar estos asuntos a la intervención de ángeles.

La clave a todo esto está en el mismo Ezequias y en el mismo relato de los libros que nos narran la controversia con Asiria.

Primero en los relatos bíblicos se nos muestra a Ezequías como uno de los reyes más sagaces e inteligentes de Israel, incluso estuvo en la compilación de algunos Salmos. El hábil Ezequías intenta evitar la invasión de Senaquerib al entregarle un tributo, incluso de 300 talentos de plata (c. 1.982.000 dólares [E.U.A.]) y 30 talentos de oro (c. 11.560.000 dólares [E.U.A.]). Ezequías le entrega toda la plata que se hallaba en el templo y en el tesoro real, además de los metales preciosos con los que él mismo había hecho revestir las puertas del templo y las columnas, lo que satisfizo al rey de Asiria, aunque solo por un tiempo. (2Re 18:13-16.). ¿Podría haber actuado con más fe y no tomar esa medida práctica comúnmente realizada por los humanos para evitar el sitio?

Luego, al saber que los Asirios no estaban satisfechos con esto, y que aún marcharían a Jerusalén, actúa con sagacidad, creando una de las mayores estrategias defensivas de la historia. Primero,  reforzó las fortificaciones de la ciudad e “hizo proyectiles en abundancia, y escudos”.

Ezequías sabía que los Asirios en sus conquistas cortaban el suministro de agua de las ciudades sitiadas en incluso las podían envenenar. Sabemos que hace más de 2500 años los asirios envenenaban los pozos de agua del enemigo con una toxina producida por el cornezuelo del centeno.  Unos 600 años antes de Cristo, durante la Primera Guerra Sagrada en Grecia, los atenienses envenenaron el suministro de agua del pueblo de Crisa, una ciudad cercana a Delfos que estaba siendo asediada. Utilizaron para ello una planta tóxica llamada eléboro (Helleborus foetidus), la misma con la que preparaban un mejunje tóxico para impregnar sus flechas. Como veremos, Ezequias se anticiparía a estas acciones que realizaban los conquistadores y les "daría de su propia medicina".

Ezequías sabe de estas tácticas y realiza una de las mayores obras de ingenieria de la historia. Una revista Atalaya comenta:

"el rey Ezequías con anterioridad había hecho arreglos para que sus hombres ‘cegaran las aguas de los manantiales que estaban fuera de la ciudad.’ (2 Cró. 32:2-4) Así los asirios sitiadores se hallarían en apuros en cuanto a hallar suficiente agua para ellos mismos. Entonces ¿qué agua sería posible que tuvieran los judíos, cuando Ezequías y la gente estaban encerrados “como un pájaro en una jaula,” según la jactancia de Senaquerib? Sí, los judíos sabían que había bastante agua en la cueva de la fuente de Gihón en la ladera oriental de la ciudad. Aquella fuente fue ‘cegada’ o escondida para que los asirios no supieran de ella. Sin embargo, Gihón estaba fuera de los muros de Jerusalén. Por eso ¿cómo podría mantener vivos a los judíos?

La Biblia nos dice. Dice que Ezequías “cegó la fuente superior de las aguas de Gihón y las mantuvo dirigidas directamente abajo a lo largo, hacia el oeste a la ciudad de David.” (2 Cró. 32:30; 2 Rey. 20:20) ¿Cómo hizo eso? Por un túnel para el agua perforado en la roca sólida. Ese túnel todavía está allí. Los expertos lo consideran “una de las grandes proezas de ingeniería de la antigüedad.” Y uno puede ir como visitante al túnel y vadear sus aguas.

Parece que la fuente de Gihón (a veces llamada ahora la Fuente de la Virgen) en la parte inferior de la ladera del valle del Cedrón estaba en una cueva. Por eso los antiguos habitantes jebuseos de la ciudad perforaron en la roca, en la parte de atrás, y abrieron un tiro desde dentro de la zona cercada por el muro cercano. Así podían obtener agua por medio de bajar cubos hasta el canal del agua. Es posible que los hombres de David hayan penetrado en secreto en la ciudad por medio de este tiro. (2 Sam. 5:8) Sin embargo, en el tiempo de Ezequías la población de la ciudad era mucho mayor. Por consiguiente, el emprendió la perforación de un túnel largo que desviara suficiente agua a un estanque (Siloam) al lado occidental de la ciudad dentro de la protección de los muros" - Atalaya 1976.

Y queremos destacar el objetivo de Ezequías. El realiza un inmenso trabajo para cegar o esconder todos los pozos y manantiales que existen afuera de Jerusalén, y a su vez proporcionar un túnel subterráneo que mantenga a la Ciudad con agua bajo el sitio. Notamos a Exequias muy práctico en sus acciones, más que un creyente en lo sobrenatural como medio de protección.

"Cuando Ezequías vio que Senaquerib había venido con el rostro puesto en guerrear contra Jerusalén,  entonces se decidió con sus príncipes y sus hombres poderosos a cegar las aguas de los manantiales que estaban fuera de la ciudad; así que ellos le ayudaron.  Por lo tanto se juntó mucha gente, y se pusieron a cegar todas las fuentes y el torrente que pasa inundando por en medio de la tierra, y decían: “¿Por qué deben venir los reyes de Asiria y realmente hallar una gran cantidad de agua?”. - ’ (2 Cró. 32:2-4)

Y cómo dice la revista citada, la idea era poner en aprietos a los mismos Asirios que acamparían afuera de la ciudad: "Así los asirios sitiadores se hallarían en apuros en cuanto a hallar suficiente agua para ellos mismos".

2 Reyes 20:20 nos dice sobre la proeza de Ezequias: "En cuanto al resto de los asuntos de Ezequías y todo su poderío y cómo hizo el estanque y el conducto y luego introdujo el agua en la ciudad, ¿no están escritos en el libro de los asuntos de los días de los reyes de Judá?”.

Es interesante esto, porque a parte de una muy breve mención de 2 Crónicas 32:30 sobre el “conducto” hay muy poca información detallada de éste asunto, salvo en el desaparecido libro de los “días de los reyes de Judá”. Notamos que las ediciones finales de Crónicas y Reyes por parte de los sacerdotes posteriores intentan centrarse más en la cuestión épica.

“Al vislumbrar las intenciones belicosas del rey asirio, construyó una muralla defensiva y así también, decidió con sus oficiales y guerreros cortar el agua de las fuentes que estaban fuera de la ciudad y ellos le ayudaron (2 Crónicas 32:3). Esta acción de Ezequías de cortar las aguas de Gihón, obedece a que la estrategia de un sitio u ocupación, requería cortar o envenenar el abastecimiento de agua; por lo mismo, adelantándose, Ezequías tomó medidas para proteger el abastecimiento de agua. De tal modo, ordenó la construcción de un túnel para desviar su cauce; …Y se reunió mucha gente y cegaron todas las fuentes y el arroyo que fluía por la región, diciendo ¿por qué han de venir los reyes de Asiria y hallar tanta agua? (2 Crónicas 32:4). Así que, Ezequías bloqueó la fuente de las aguas del manatial superior de Gihón, y las llevó directamente hacia abajo, en el oeste a la ciudad de David”- Edith Fragoso de Weyand 2013.

Pero intencionadamente Ezequías al parecer deja una sola fuente de agua para los Asirios, y ellos evidentemente acampan en ese lugar a las afueras del muro exterior.

"Y el rey de Asiria procedió a enviar a Tartán y a Rabsarís y a Rabsaqué desde Lakís al rey Ezequías con una pesada fuerza militar a Jerusalén, para que subieran y llegaran a Jerusalén. De manera que subieron y llegaron y se detuvieron junto al conducto del estanque superior, que está en la calzada del campo del lavandero" - 2 Reyes 18:17.

Los asirios entran en la trampa y establecen su campamento en el lugar que los esperaba. El relato nos da una pista de que en una zona afuera de los muros llamada el "campo del lavandero" acampan las tropas. Y se nos dice que se "detuvieron junto al conducto del estanque superior".

El "campo del lavandero" era una zona aledaña afuera del muro que era utilizado por los lavanderos y también como fuente de agua para los caballos. Había un conducto que conectaba con un estanque. Según los datos arqueológicos, "esta piscina fué engrandecida por Ezequias cuando llegaron los Asirios" -Jacques Mislin.

Muchos años antes Isaías y su hijo Sear-jasub tuvieron que encontrarse con el rey Acaz en “la calzada del campo del lavandero”; más tarde, los emisarios de Senaquerib estuvieron en ese mismo lugar. Puesto que este estanque ya existía, parece que Ezequias inteligentemente lo interviene y agrandó para crear una trampa. Puede ser que el campo del lavandero estuviera en esta parte del valle o un poco más al S., cerca del lugar donde se piensa que estuvo En-roguel.

Parece ser que Ezequias la cubrió un poco para que los Asirios excavaran en una parte lateral más abajo en el "campo del lavandero" creyendo que habían encontrado un manantial. Cuando se redactó este asunto tras el exilio de los judíos, el escritor dejó otra pista sutil del envenenamiento de las aguas del pozo cuando dice lo que pensaba el Asirio al momento de sitiar Jerusalén:

2 Reyes 19: 24: "Yo mismo ciertamente cavaré y beberé aguas extrañas".

Ahora bien, no es menos interesante que ese lugar era ocupado por los lavanderos. En tiempos bíblicos ellos usaban un carbonato sódico al que también se conoce como natrón como limpia ropas. Al respecto Wikipedia nos dice:

“Los escritos del alquimista Agathodiamon (
100 a. C. aproximadamente), quien habló de un mineral (no identificado) que, cuando era mezclado con natrón, producía un 'veneno ardiente'. Describió este veneno como uno que «desaparecía en el agua» y daba una solución clara. Este 'veneno ardiente' puede haber sido la raíz de algunos de los posteriores venenos que se vuelven invisibles cuando se mezclan con agua, lo que indica que tal veneno elusivo podía haber estado disponible en algunas civilizaciones” – Wikipedia.

Los sacerdotes judíos sabían también de "la prueba de las aguas amargas" para las mujeres acusadas de adulterio (Números) en dónde un químico era utilizado sin lugar a dudas (Ejemplo: Bastan 0,5 miligramos de cianuro de sodio por litro de agua para que sea letal). Algo sea lo que sea, sin duda se les dió de beber en el campamento Asirio.

Ezequías organizó una brillante operación de resistencia a los Asirios e hizo que estuviesen dependiendo de un solo pozo de agua, la cual tras ser envenenada logró la aniquilación del campamento.

Sea como fuere, todo indica que fué mediante el suministro de agua de los Asirios como fueron liquidados. El "ángel" fué un emisario o mensajero (malak que significa mensajero o ángel) que de alguna forma envenenó el único pozo del cual los asirios usaban para beber. Es posible que en esta operación de inteligencia el mensajero utilizara uno de los túneles subterráneos adyacentes  al túnel principal, ya que hoy se sospecha de más acueductos en dónde perfectamente puede caminar una persona.

Podemos visualizar que había una desviación al campo del lavandero, desde las mismas aguas del otro torrente.

Ezequías fué un hábil organizador, un rey genial. Sabemos que los Asirios cuando sitian Jerusalén utilizan una gran estrategia comunicacional.  Rabsaqué (Rapsaces) como representante del rey Senaquerib hablaba con fluidez hebreo. El usó una estrategia del terror y fue un verdadero propagandista, que deseaba que el pueblo escuchase para desmoralizar sus filas, habló aún más fuerte en hebreo, seleccionó las palabras a fin de aterrorizarlos, se valió de falsas promesas y mentiras, de burla y escarnio a Jehová Yaveh, y planteó al pueblo razones para traicionar al rey Ezequías y rendirse al ejército asirio. (2Re 18:28-35.)

Ezequías o Isaías (el profeta que le ayudó) tuvieron que llevar la estrategia defensiva hasta las últimas consecuencias. Primero alienta a las tropas a no perder la Fe en Yaveh. Luego él o Isaías envían un mensajero (ángel) que hizo la operación secreta referida en la cual contaminó las aguas al momento del atardecer. En pocas horas los síntomas mortales de una verdadera "peste y enfermedad" (tal como escribió Josefo) mataría a miles de asirios durante la noche. De esta forma, Ezequías logró mantener unida a la nación y le Fe en la Deidad YHWH fué reinvindicada del escarnio de los Asirios.

Es interesante que en el relato jamás se cuestiona a Ezequias por todas las acciones defensivas lógicas que tenía que realizar de manera práctica. No se le acusa por falta de Fe al ser tan previsor. Finalmente los cronistas tras el exilio introducen mayor dramatismo a la situación del clímax en dónde vemos a un Ezequías desesperado que ora por ayuda. Y al final, de forma muy escueta se dice que un Mensajero del Señor hizo justicia.

Sin embargo, todos los elementos circunstanciales apuntan a lo analizado en la entrada: el gran túnel, las murallas defensivas, el cegado de los manantiales, el arrinconamiento de los asirios a una fuente de agua, etc. De alguna forma cuando se habla del ángel o mensajero no es una mentira por parte de los cronistas judíos posteriores. Pero tampoco quisieron explicar la relación con la proeza del túnel, aunque dejaron las pistas salpicadas en varias partes del relato. Es interesante que las crónicas de Senaquerib omiten este asunto, e invierten la situación (por un claro orgullo nacional).

También Heródoto habla de que "cayó durante la noche un tropel de ratones campestres que royeron sus aljabas, sus arcos y, asimismo, los brazales de sus escudos". Es posible que debido a los muertos envenenados o a las mismas aguas infestadas, se produjera este fenómeno de los ratones descrito por Heródoto.

Es curioso que esos mismos días Ezequias enferma de gravedad. El relato nos habla de un divieso o hinchazón que claramente ocurre como algunas reacciones alérgicas a ciertas sustancias. ¿Es que el Rey al ser uno de los pocos que sabía de la acción final de envenenar las aguas del enemigo, se contaminó al manipular el elemento tóxico?  ¿O tal vez Ezequías ingirió alguna muestra del agua que se iba a contaminar? Es sumamente extraño que mientras un ángel celestial hería a los Asirios al mismo tiempo el fiel Ezequías se enfermaba de forma mortal. Lo que dice Josefo sobre el "peligro de un peste" y "enfermedad" que asolaba a las tropas Asirias, acontece mientras Ezequías enferma.... es sumamente coincidente.

No creo que sea una mentira el hecho de decir que fué un "ángel" el que mató a los asirios, cuando Mensajero es claramente un "ángel". Hasta la Sociedad Watchtower en más de una ocasión ha dicho que los ángeles del Apocalipsis eran los "superintendentes ungidos" de las congregaciones. ¿Por qué escandalizarse con la posibilidad de un Mensajero Humano ejecutor? ¿Habrá sido Isaías u otro Agente el ángel de Jehová? (En Isaías 63:9 quizás el profeta habla de sí mismo). Isaías 7:3 también nos muestra que el profeta conocía muy bien la zona del estanque de la calzada del "campo del lavandero".

Finalmente es interesante como el redactor de Crónicas vincula casi inconscientemente el suceso de la muerte de los asirios con la cuestión del túnel:

30 Y Ezequías fue el que cegó la fuente superior de las aguas de Guihón y las mantuvo dirigidas directamente abajo a lo largo, hacia el oeste a la Ciudad de David, y Ezequías continuó logrando éxito en toda obra suya. 31 Y así fue como, mediante los voceros de los príncipes de Babilonia que fueron enviados a él para inquirir acerca del portento presagioso que había sucedido en el país, el Dios [verdadero] lo dejó para ponerlo a prueba, para llegar a saber todo lo que había en su corazón. - 2 Crónicas 32

Es cierto que el Halo posterior de "portento presagioso" es producto de los comentarios populares del suceso, y la narrativa final de Esdras y los cronistas de la era post exilio. Pero tampoco los juzgo. ¿Es que acaso los movimientos religiosos no intentan crear historia sagrada de la historia seglar? ¿Cómo no olvidar a quiénes afirman que en 1919 vino Jesús a la Tierra e hizo un nombramiento a una clase especial? ¿Es que acaso eso no es crear "historia sagrada" de una historia seglar? ¿Qué pasaría si alguién en el futuro encuentra una revista religiosa que afirma eso y entonces lo toma como historia seglar?

En conclusión, la historia del ángel destructor fué real, pero la interpretación moderna que se le ha dado parece ser que se aleja del contexto en el que ocurrieron los sucesos. Quizás podamos aceptar la noción de un ángel celestial por qué le da un "halo" sagrado a la acción de matar o nos cause mayor asombro y espectacularidad, pero claramente el efecto es el mismo de aniquilar al enemigo, lo cual coloca al elemento humano realizando acciones en nombre del Dios de Israel.

Notamos que muchas de las intervenciones externas de los castigos de Dios, son más bien obras de la naturaleza y en algunos casos, hábiles estrategias. Y con los siglos éstos sucesos fueron atribuidos directamente a Dios.

Nota: Sabemos que en la época de Exequias se compusieron algunos Salmos. El Dr. Ethelbert Bullinger cree que uno de ellos es el Salmo 91, y los versos son sugerentes:

“Porque él mismo te librará de la trampa del pajarero,
de la peste que causa adversidades.

No tendrás miedo de nada pavoroso de noche,
ni de la flecha que vuela de día,
ni de la peste que anda en las tinieblas.

Mil caerán a tu lado mismo,y diez mil a tu diestra;
a ti no se te acercará.

no te acaecerá ninguna calamidad,
y ni siquiera una plaga se acercará a tu tienda.

Porque él dará a sus propios ángeles un mandato acerca de ti,
para que te guarden en todos tus caminos.

Sobre el león joven y la cobra pisarás;
hollarás al leoncillo crinado y a la culebra grande.

Con largura de días lo satisfaré,
y le haré ver la salvación por mí.

Son sugestivas algunas frases remarcadas. El registro de esta campaña militar en los anales asirios alardea de que Senaquerib encerró a Ezequías en Jerusalén como ‘un pájaro en una jaula’.  Luego se habla mucho de la peste, la plaga nocturna, los miles de muertos y la intervención de ángeles. La serpiente en Isaías ha sido asociada con el gran Leviatán Asirio, y león alado era usado por ellos.  Notamos ya que  “los hombres de Ezequías, rey de Judá” (Pr 25:1.) comenzaron a crear la historia épica de la salvación de los Asirios y del recobro de la salud del rey, y dejaron pistas en relación a esa peste o plaga nocturna que “causó adversidad”.



domingo, 17 de julio de 2016

La maldad y su verdadero castigo

“Hay muchas maneras de considerar el pecado; pero desde el punto de vista filosófico del universo, el pecado es la actitud de una personalidad que deliberadamente resiste la realidad cósmica. Se puede considerar el error como un concepto erróneo o una deformación de la realidad. La maldad es una realización parcial de las realidades del universo o una falta de adaptación a ellas. Pero el pecado es una resistencia intencional a la realidad divina —el optar conscientemente oponerse al progreso espiritual— en tanto que la iniquidad consiste en desafiar abierta y persistentemente la realidad reconocida y supone tal grado de desintegración de la personalidad que raya en la locura cósmica.” (754.5) 67:1.4

El destino para estos pecadores impenitentes es la disolución de la personalidad y la no resurrección. Esta identidad no entra en la dinámica de la verdadera realidad cósmica. 

Pero Dios no necesita un garrote para arreglar su creación. Estos individuos simplemente no resucitarán. De la misma forma como los genocidas nazis alemanes que mataron a millones no recibieron una descarga de un rayo divino, así los inicuos como "la hierba verde dejarán de ser". 

El Padre Universal es tan sabio que ha diseñado mecanismos tan perfectos que no necesita "intervenir" externamente en la naturaleza o en los hechos del mundo físico para penalizar asuntos que son originados en el mundo interior del hombre, en su alma. 

sábado, 16 de julio de 2016

El día más largo

En el relato de Josué leemos que el Sol se detuvo y esto favoreció la aniquilación y masacre de los enemigos de Israel. Hay quiénes han intentado explicarlo de múltiples formas. Se ha recurrido a que puesto que la batalla inicial fue más breve y empezaron temprano casi de noche, hubo una percepción psicológica que el día fue más largo, algo que a veces nos ha ocurrido. También que la gravedad fue alterada y que efectivamente la Tierra y su rotación se paralizó. Sin embargo, las leyes de la física indicarían que si esto ocurriese sería catastrófico para todos los habitantes de la superficie.

También otros han recurrido al fake o noticias falsas. Por ejemplo, una que circula desde los años 70 indica que unos tipos de la NASA y otros científicos detectaron que faltaba un día. Sin embargo, muy pocos recuerdan que en un ejemplo de frialdad religiosa y honestidad destacable, la misma organización Watchtower admitió que había consultado a la NASA y la Agencia no tenía idea, lo cual lo hacía una noticia falsa (¡Despertad! 1971 22 de febrero).

Sin embargo, puesto que los asuntos están escritos desde  un observador terrestre la explicación parece expresada en el mismo relato:

Fue entonces cuando Josué procedió a hablar a Jehová en el día que Jehová abandonó a los amorreos en manos de los hijos de Israel, y pasó a decir ante los ojos de Israel:

“Sol, tente inmóvil sobre Gabaón,
y, luna, sobre la llanura baja de Ayalón”.

En conformidad, el sol se quedó inmóvil, y la luna de veras se paró, hasta que la nación pudo vengarse de sus enemigos. ¿No está escrito en el libro de Jasar? Y el sol se quedó parado en medio de los cielos y no se apresuró a ponerse por más o menos un día entero”. – Josué 10:12-13

Hay varías cosas interesantes en éste relato. La primera es que es escrito mucho después de los hechos. Se nos habla que estaba registrado en el Libro de Jasar. De hecho, mucho tiempo después, en otro libro que narra los acontecimientos de la época de David se habla del Libro de Jasar (2 Samuel 1:18) como referencia bibliográfica, así que el llamado Libro de Josué tal como lo tenemos hoy, es una construcción y edición final realizada al tiempo del retorno tras el exilio, en los días de Esdras.

El otro aspecto, es que el relato se traspone con el siguiente evento descrito dos versículos antes, en el 10 y 11, que explica como realmente fueron muertos los enemigos de Israel:

“Y Jehová fue poniéndolos en confusión delante de Israel, y empezaron a derribarlos con gran matanza en Gabaón y fueron persiguiéndolos por vía de la subida de Bet-horón y derribándolos hasta Azeqá y Maquedá. Y aconteció que, mientras iban huyendo de delante de Israel y estaban en la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó sobre ellos grandes piedras desde los cielos hasta Azeqá, de modo que murieron. Fueron más los que murieron debido a las piedras de granizo que los que los hijos de Israel mataron a espada”. – Josué 10:10,11

Así que notamos como una lluvia de meteoritos ocurre precisamente en el momento en que el “sol se detiene”, esto nos indica un evento astronómico desde la perspectiva de un observador terrestre.

Después de la explosión de 1908, conocida como el Fenómeno de Tunguska, los cielos nocturnos resplandecieron durante varios días por toda Europa. Este parece haber sido un cuerpo cometario que explotó en los cielos y causó que no hubiese noche por varios días. Los cielos brillantes tuvieron que ser el resultado de nubes noctilucentes. Estas son nubes brillantes, visibles de noche, llamadas noctilucentes, que están compuestas por partículas de hielo y que sólo se forman a altitudes muy elevadas y a temperaturas extremadamente frías. También podemos recordar que el meteorito desintegrado que cayó en Rusia hace poco parecía un sol brillante al explotar en la atmósfera, y si lo sumamos a una lluvia de éstos durante largas horas, más la nubes noctilucentes, el fenómeno parece más que claro.

Es interesante que cuando el libro de Josué usa la expresión “tente inmóvil” literalmente se puede traducir también “manténte callado (silencioso)”. Lo anterior podría significar que no había un sol fulgurante, sino con nubes, pero que claramente parecía día, lo cual unido a los fenómenos anteriores, darían la impresión de un día más largo. Con el tiempo, y cuando el relato fue refinado en su redacción y edición final, se transmite una sensación más específica del fenómeno. También es interesante que el redactor final del libro conocido como Josué dice que el sol "no se apresuró a ponerse por más o menos un día entero" - Josué 10:13

Si el sol se hubiese detenido al medio día por más o menos un día de luz, luego tendría que haber acelerado su ingreso al horizonte solar, lo cual no aparece en el relato, y sería descabellado. Parece ser, tal como aparece allí, que el fenómeno ocurre al acercarse el atardecer, y allí aparentemente el sol es detenido. Se nos dice: "no se apresuró a ponerse"

Lo anterior sería una prueba más de los fenómenos combinados de la caída de meteoritos brillantes, las nubes noctilucentes, y una nubosidad en la que el sol parecía más apagado o "silencioso" como narra la traducción. En otras palabras, el atardecer se habría prolongado. Es interesante que la Sociedad Watchtower admita sobre éste fenómeno:

"Aunque este milagro pudiera suponer una detención del movimiento de rotación de la Tierra, el efecto pudo conseguirse por otros medios, como, por ejemplo, una refracción de los rayos solares y lunares" - Perspicacia.

Lo anterior parece ser una referencia al fenómeno de Parhelio, que es un fenómeno óptico, poco común, que consiste en la aparición simultánea de varias imágenes del Sol observables, generalmente, a la derecha e izquierda del astro.

Como todos los fenómenos ópticos, se trata sólo de una percepción visual y subjetiva del observador, provocada por la refracción de los rayos solares sobre los cristalitos de hielo que hay en nubes altas.

“Algunas veces se ven muchos soles al mismo tiempo, no encima ni debajo del astro, sino lateralmente” (Plinio, S.I)

Sin embargo, la vinculación de los fenómenos de las piedras del cielo que aniquilan a los enemigos de Josué ese día nos inclina la explicación a una desintegración de varios meteoritos.

Algunos hablan de crónicas iraníes en dónde éstos vieron la luz solar varios días en el cielo. En China se dice que en el reino del Emperador Yahou, el sol no se puso durante varios días y todos los bosques se quemaron con las plantas. Sin embargo, parece que la crónica china fue un poco más precisa y señala a diez soles, lo cual se transformó posteriormente en leyenda china.


viernes, 15 de julio de 2016

El Error de los Castigos Divinos

En la entrada que encabezó la serie de entradas sobre las acciones violentas de Dios, se analizó como éstas imágenes pictóricas han influido en nuestras ideas erróneas de Dios y la relación con el prójimo:


Los hechos recientes en Francia y la sombra del terrorismo religioso nos hacen recordar cuanta gente aún tiene esa imagen viva del Dios castigador y justiciero. Esto avala como un residuo las llamadas “guerras santas” y los actos crueles en Nombre de la justicia de Dios.


La naturaleza violenta de Dios sigue expresándose. El cristianismo si no hubiese recibido parte de los frenos de las enseñazas de Jesús, sería una religión violenta y más atrasada. La mayoría de los llamados milagros del Antiguo Testamento tienen que ver con el castigo y actos violentos destructivos. Jesús en cambio,  intencionadamente realiza milagros, pero todos estos tienen un carácter positivo y amoroso de índole constructiva y sanadora. Esto de por sí es un testimonio de la Revelación del Padre Universal revelado en Jesús de Nazaret.

Semejante cambio es una prueba de la diferencia entre los conceptos de Dios, y cómo Jesús viene a enseñarnos a un Padre Amoroso, y nos predica que todos somos hermanos. Esta enseñanza de Jesús y sus acciones nos indican que los Diluvios, Fuego del cielo, y Plagas no fueron causados por el Dios Verdadero. La Naturaleza imperfecta y violenta no es la representación adecuada de Dios.

martes, 12 de julio de 2016

Las Grandes Plagas

Las plagas bíblicas sobre Egipto fueron muy reales, y hay evidencia de ellas. Sin embargo, al llegar a esta parte, debemos volver a analizar dos elementos que están asociados. La primera es el Volcán de Arabia, el "Monte Sinaí":

"Sinaí, una montaña de Arabia"


Y también quién era el Faraón del Éxodo:


(1054.1) 96:1.11 El fuego y el humo, juntamente con las explosiones y truenos asociados con las erupciones de esta montaña volcánica, impresionaban y asustaban a los beduinos de las regiones circunvecinas y les hacían temer grandemente a Yahvé. Este espíritu del Monte Horeb más adelante se volvió el Dios de los semitas hebreos, y ellos finalmente creyeron en él como el supremo por encima de todos los demás dioses.

Algunos creen que el Volcán Santorini es la explicación de las plagas en Egipto, pero parece más razonable que éstas fuesen provocadas por el mismo Sinaí (posiblemente el volcán Hala-'l Badr) o el volcán Nabro más al sur.

Moisés ciertamente fué uno de los más grandes Maestros religiosos de la Tierra. Su papel en enseñar una religión avanzada y monoteísta es heroico en esas fechas primitivas. Sin embargo, él creía firmemente en la Providencia Divina asociada a muchos asuntos:

(1058.2) 96:5.4 Moisés creía en la Providencia; estaba profundamente influido por las doctrinas de Egipto sobre el control sobrenatural del Nilo y de los demás elementos de la naturaleza. Tenía una gran visión de Dios, pero era totalmente sincero al enseñar a los hebreos que, si obedecían a Dios, «te amará, te bendecirá y te multiplicará. Multiplicará el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra —tu grano, tu vino, tu aceite y tus rebaños. Prosperarás por sobre todos los pueblos, y el Señor tu Dios te quitará toda enfermedad y no te dará ninguna de las malas plagas de Egipto». Incluso dijo: «Acuérdate del Señor tu Dios, porque él es quien te da el poder para hacer las riquezas». «Prestarás a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado. Tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio».

Es muy interesante que efectivamente la nación israelita fué advertida que sufriría las plagas de Egipto, si ellos desobedecían a Dios como pueblo. Lo que dicen los Documentos aparece plasmado en éste pasaje:


”Jehová te herirá con el divieso de Egipto y hemorroides y eczema y erupción en la piel, de los cuales no podrás ser sanado. Si no tienes cuidado de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, para que temas este nombre glorioso e inspirador de temor: aun Jehová, tu Dios,  entonces Jehová ciertamente hará que tus plagas y las plagas de tu prole sean especialmente severas, plagas grandes y duraderas, y enfermedades malignas y duraderas.  Y él verdaderamente hará volver sobre ti todas las dolencias de Egipto ante las cuales te asustaste, y ciertamente quedarán pegadas a ti.  También, cualquier enfermedad y cualquier plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová las hará venir sobre ti hasta que hayas sido aniquilado.  Y ustedes verdaderamente quedarán con muy pocas personas en número, aunque hayan llegado a ser como las estrellas de los cielos por multitud, porque no escuchaste la voz de Jehová tu Dios”. – Deut. 28:27, 58-62

Sin embargo, no hay evidencia histórica de que las mismas plagas de Egipto hayan azotado a Israel cuando éstos fueron infieles en tiempos posteriores al Exodo. Ni en la Biblia aquello aparece como un cumplimiento. Lo que sí tenemos evidencia, es que la Tierra se volvió un desierto estéril producto de grandes cambios climáticos degradantes en un proceso de varios años cuando Israel estuvo exiliado en Babilonia. Podemos entonces deducir que las plagas de Egipto fueron un gran desastre climático, unos eventos que eran considerados una maldición divina, y que en el futuro se volverían a repetir de alguna forma sobre Israel.

Los Documentos nos enseñan que Moisés creía profundamente en la Providencia en relación con la naturaleza. Esto es cuando asociamos eventos del orden natural con una voluntad divina. Aún hasta el día de hoy el hombre suele hacer asociaciones de algunas circunstancias naturales con una providencia de orden superior. Le otorga un significado. Por esa la mitad del mundo cree en la astrología, y le otorga explicaciones sobrenaturales a algunos eventos de la vida cotidiana. No es que la Providencia no exista, pero ésta se no se manifiesta mediante la naturaleza. Más adelante analizaremos lo que es la verdadera Providencia.

Moisés creía sinceramente en esa Providencia y el que el Deuteronomio exprese una repetición de las plagas de Egipto, cuando éstas se manifestaron como problemas climáticos con la tierra de Israel abandonada, demuestra que las plagas de Egipto fueron desastres de ese tipo, y que la mente de Moisés y los escritores subsiguientes le asociaron un significado superior. 

Si que en el futuro Israel era azotado por desastres climáticos u otras pestes, éstos serían enviados por la Providencia, de la misma forma como ocurrió en Egipto, esta era la interpretación de Moisés. Y el resto de los sucesores de Moisés creían sinceramente en que las enfermedades y pestes eran castigos Divinos, además de atribuir a los sucesos naturales o de azar, explicaciones divinas.

El ejemplo de Gedeón y el vellón de lana lo demuestra, así como las prácticas de las piedras sagradas de suerte que los israelitas usaban para interpretar designios divinos. Esto muestra cuan influenciada estaba la mente oriental con buscar asociaciones de sucesos con la voluntad divina, de la misma forma como los cronólogos de las religiones modernas han interpretado que ciertos sucesos como la I Guerra Mundial en 1914 era una especie de profecía de los designios divinos que representaba un suceso celestial. Pero el que la mente humana haga éstas asociaciones, no significa que sean eventos preordenados por Dios.


Es posible que una serie de sucesos en cadena climatológicos hayan desencadenado las llamadas plagas de Egipto. Por ejemplo, la causa podría haber comenzado con la erupción de un volcán cercano (Nabro o Sonaí) que habría provocado terremotos que causarían escapes de dióxido de carbono y de hierro cerca del Nilo, los cuales al entrar en contacto con el oxígeno, formarían hidróxido de hierro. Éste tornaría el agua de color rojo, desencadenando la serie de sucesos que explicarían las diez plagas. Hay casos de ríos y lagos que se han tornado en “sangre” debido a ese fenómeno.

Esto da origen a la segunda plaga, las ranas, que a diferencia de los peces, pueden salir de las aguas contaminadas. La carencia de agua limpia crea el ambiente propicio para la aparición de los piojos (tercera plaga), las moscas (cuarta plaga) y las Epidemias Bacterianas entre los seres humanos y los demás animales (quinta plaga). Paralelamente, el dióxido de carbono mezclado con el aire indujo a la gente a una especie de coma, reduciendo la circulación sanguínea en la piel causando sarpullidos (sexta plaga).

El granizo con fuego, a lo que los científicos llaman granizo volcánico (séptima plaga), era procedente de la erupción volcánica relativamente cercana. Cuando la nube de cenizas alcanza la estratósfera, se mezcla con la humedad y forman una piedra muy similar al granizo. También esto coincidió con grandes tormentas climáticas y un mal tiempo.

Las bajas temperaturas provocan que nubes de langostas en masa se posen en Egipto (octava plaga). La nube de cenizas de 40 km de altura por 200km de diámetro alcanza el delta del Nilo y provoca oscuridad (novena plaga).

Tras la ceremonia que Moisés había ordenado realizar a los israelitas - y que acabaría siendo conocida como la cena de pascua - los egipcios dormían. Entonces, la fuga de gas que había provocado las primeras plagas al fin entró en erupción. El dióxido de carbono se filtró a la superficie, y dado que es más pesado que el aire, mataría por asfixia a la gente que dormía antes de disiparse en la atmósfera. Como los primogénitos de los egipcios gozaban de privilegios por ser los herederos de las propiedades y demás bienes, dormían en camas egipcias, casi pegadas al suelo, mientras que los demás miembros de la familia dormían en los segundos pisos. Hay ejemplos de épocas recientes que grafican la posibilidad de ésta “plaga”.

En 1986  1.800 personas y más de 6.000 cabezas de ganado murieron mientras dormían cerca del terrorífico lago Nyos, en Camerún. El arma del delito fue el dióxido de carbono. Toneladas de dióxido de carbono que asfixiaron sin remedio a todos los seres vivos de los alrededores. El secreto de su letalidad se encuentra en su naturaleza: el lago Nyos es un lago de origen volcánico. Bajo sus aguas y su superficie se encuentra un antiguo volcán casi inactivo, enorme. Bajo la superficie de Nyos, hundido en la profundidad, la lenta y perezosa actividad del volcán produce gases que se filtran hacia la superficie de la tierra. De pronto, un día, el gas satura el agua mucho más allá de lo que el lago puede soportar. Se produce entonces lo que se conoce como una erupción límnica. A medida que el dióxido de carbono alcanza cotas superiores, la presión es menor y, por tanto, se disuelve con mayor dificultad, saturando aún más el agua. Al final, toda la concentración de gas se libera de forma masiva en la superficie del lago, normalmente desplazando al agua en explosiones bajo la superficie. La nube de dióxido de carbono frío comienza entonces a recorrer la superficie a unos 50 km por hora, según se estima.

Todo lo que atrapa la nube es asfixiado en cuestión de minutos. El dióxido de carbono es un gas inodoro, ligero y transparente. En nuestro cuerpo produce un adormecimiento, confusión y finalmente la muerte "dulce", sin que notemos nada. Así, en aquel día de 1986, el lago arrojó unas ochenta toneladas de dióxido de carbono acumulado que recorrieron la región como un ángel de la muerte. Se conocen al menos tres lagos volcánicos productores de nubes de dióxido de carbono. Aparte de Nyos se ha documentado también el mismo proceso en el lago Monoun, también de Camerún y a treinta kilómetros de Nyos, y el lago Kivu, en el Congo. De estos, un caso parecido ocurrió en el lago Monoun dos años antes del desastre de Nyos. En 1984 una nube procedente del lago acabó con 37 personas.

Algo similar ocurrió en Egipto, y parece que la capa de dióxido de carbono fue a ras de suelo, y los primogénitos de los egipcios gozaban de privilegios por ser los herederos de las propiedades y demás bienes, dormían en camas egipcias, casi pegadas al suelo, mientras que los demás miembros de la familia dormían en los segundos pisos.


Al respecto es muy interesante el tipo de instrucciones con respecto a la comida de la Pascua y su preparación en éste inminente éxodo:

"Y tienen que comer la carne esa misma noche. Deben comerla asada al fuego y con tortas no fermentadas junto con verduras amargas.  No coman nada de él crudo ni hervido, cocido en agua, sino asado al fuego, su cabeza junto con sus canillas y sus partes interiores.  Y no deben dejar que nada de él quede hasta la mañana, sino que lo que de él sobre hasta la mañana lo deben quemar con fuego.  Y de esta manera deben comerlo: teniendo ustedes ceñidas las caderas, sandalias en sus pies y su bastón en la mano; y tienen que comerlo apresuradamente. Es la pascua de Jehová.  Y tengo que pasar por la tierra de Egipto esta noche y herir a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde hombre hasta bestia; y en todos los dioses de Egipto ejecutaré juicios. Yo soy Jehová” – Éxodo 12:8-12

No hay ningún significado ceremonial a las acciones de comer el animal asado y evitar dejar restos. Parece más bien, una alerta sanitaria ante lo que vendría. Notamos que se les advierte de no utilizar agua esa noche. Posiblemente se vería contaminada con la plaga. Y al otro día en la mañana, no podían comer ningún resto del cordero. Tenían que quemarlo y destruirlo. Al parecer ya estaría contaminado a esas horas con el “gas” que afectaría los alimentos. Se les anima a no dormir esa noche, a estar listos para el viaje, con su ropa puesta, y a comerla apresuradamente, esto antes de la llegada de la plaga. Esto tiene mucho de sentido común.


En tiempos recientes cuando una pareja acampaba a ras de suelo, dejaron una carne al interior de su tienda. Mientras dormían se había producido una fuga de monóxido de carbono, proveniente de la parrilla que habían utilizado para hacer una barbacoa. Aunque ya el fuego estaba apagado, el gas los intoxicó y mató. Puesto que los israelitas posiblemente comían sus carnes en mesas muy bajas, a ras de suelo, la advertencia de no comerlo al otro día era más que clara. Este gas, el ángel de la muerte, podría contaminar la carne dicha noche.

Según los Documentos el Éxodo final estuvo asociado a éstos eventos:


(1056.2) 96:3.5 Pero Moisés no se desalentó; esperó su momento, y en menos de un año, cuando las fuerzas militares egipcias estaban totalmente ocupadas resistiendo los ataques simultáneos de un fuerte empuje libio del sur y una invasión naval griega desde el norte, este intrépido organizador condujo a sus compatriotas fuera de Egipto en una espectacular huida nocturna. Esta carrera hacia la libertad fue planeada cuidadosamente y hábilmente ejecutada. Y tuvieron éxito, a pesar de la intensa persecución del faraón y de un pequeño cuerpo de egipcios, que cayeron todos ante las defensas de los fugitivos, abandonando mucho botín; estas huestes de esclavos acumularon aún más botín en su avance hacia su ancestral hogar en el desierto.

Los Documentos señalan que los hebreos huyeron en una "espectacular huida nocturna" y se señala que los egipcios "cayeron todos ante las defensas de los fugitivos", pero eso no niega la posibilidad de la muerte de ellos en el llamado Mar Rojo. 

Analicemos el llamado cruce hacia el Mar Rojo:


“Y aconteció, al tiempo en que Faraón envió al pueblo, que Dios no los guió por el camino de la tierra de los filisteos simplemente porque estaba cerca, porque dijo Dios: “Puede ser que el pueblo sienta pesar al ver guerra y ciertamente se vuelva a Egipto”.  Por lo tanto, Dios hizo que el pueblo rodeara por el camino del desierto del mar Rojo. Pero fue en orden de batalla como subieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto”. – Exodo 13:17-18

“Entonces ciertamente dirá Faraón respecto a los hijos de Israel: ‘Andan errantes en confusión en la tierra. El desierto los tiene encerrados’.” – Exodo 14: 3

Notamos que ellos no cruzan por el norte del "Mar Rojo" (Golfo de Suez) ni van por el camino de los Filisteos, sino que caminan por el desierto del mar rojo, el cual realmente hoy se llama el desierto de la Península de Sinaí. Ellos realmente iban a Arabia, más allá del Golfo de Aqaba. Allí en Arabia estaba el verdadero Monte Sinaí, el Volcán de Dios. Parece ser que ellos estaban siguiendo la dirección de la pluma del Volcán Hala-'l Badr:
 
“Y Jehová iba delante de ellos durante el día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y durante la noche en una columna de fuego para darles luz, para ir de día y de noche” – Éxodo 13:21

Luego parece ser que ellos llegan al puente natural de Nuweiba que sería la “calzada” natural por la que atraviesan hacia Arabia por el Golfo de Aqaba:

“Moisés ahora extendió su mano sobre el mar; y Jehová empezó a hacer que el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche, y que la cuenca del mar se convirtiera en suelo seco, y se iba efectuando una partición de las aguas. Por fin los hijos de Israel fueron por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda”. – Exodo 14:21-22

Notamos que un viento fuerte causa que este puente natural más elevado quede seco por unas horas. Simulaciones de computador, parte de un estudio mayor sobre cómo los vientos afectan a las aguas, mostraron que el viento puede empujar y hacer retroceder el agua cuando una curva de río se funde con una laguna costera, señaló el equipo del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR por sus siglas en inglés) y la Universidad de Colorado en Boulder. “Las simulaciones encajan de forma bastante cercana con el relato en el Éxodo”, dijo Carl Drews de NCAR, que lideró el estudio.

"La separación de las aguas puede entenderse mediante dinámica de fluidos. Los vientos mueven el agua de una forma acorde a las leyes de la física, creando un pasaje seguro con agua a ambos lados y permitiendo luego volver al agua de forma abrupta", indicó. En él se muestra que un viento de 101 kilómetros por hora, soplando de forma continua durante 12 horas,pudo hacer retroceder las aguas de 2 metros de profundidad.

Con éstos vientos el puente natural de Nuweiba que sería la “calzada” natural quedaba despejada por algunas horas. Y es muy significativo que otro libro de la Biblia alude a esta calzada por la que cruzaron para atravesar el mar, esta especie de istmo:

¿No eres tú el que secó el mar, las aguas de la vasta profundidad? ¿El que hizo de las profundidades del mar un camino para que pasaran los recomprados? – Isaías 51:10

“Esto es lo que ha dicho Jehová, Aquel que hizo un camino a través del mar mismo y una vereda aun a través de aguas fuertes” – Isaías 43:16

Notemos el detalle del Éxodo que dice que "el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche". Esto fué un fenómeno gradual de varias horas y no instantáneo como en las películas. El Salmo 106:9 lo confirma: "Por consiguiente, reprendió al mar Rojo, y este gradualmente se secó". Y lo mismo ocurre cuando el fenómeno termina, ya que se dice que “Y el mar empezó a volver a su estado normal al amanecer. (…) Y las aguas siguieron regresando. Finalmente cubrieron los carros de guerra y a los soldados de caballería que pertenecían a todas las fuerzas militares de Faraón y que habían entrado en el mar tras ellos”.

Siempre me ha intrigado que el Faraón y algunos de sus siervos pese a todas las llamadas plagas se mostraran tan obstinados. La llamada "sabiduría" de ellos les hacía no tragarse que todo era parte de la Providencia divina. Podían deducir un encadenamiento de los fenómenos naturales y quizás asociarlos con sus deidades, pero sabían de la acción de la naturaleza. Por eso vemos gran escepticismo en el Faraón. El que no se intimidara ante la "columna de nube" también es significativo e incluso que decidiera entrar en el Mar.  

Pero para algunos israelitas, ésto también estaba claro. Parece que algunos se aprovecharon de la circunstancia nocturna y actuaron en defensas (como dicen los Documentos de Urantia) para que en el terreno se pudiesen estancar los carruajes y que éstos perdieran ciertas ruedas, lo cual fue atribuido a la Divinidad por los escribas posteriores. Esto haría que a éstos egipcios les costase huir cuando el Mar regreso a la normalidad.  Esto explicaría el asombroso desprecio de ciertos israelitas a Moisés y la falta de Fe de algunos de ellos pese a todas éstas demostraciones de poder que hoy son interpretadas así.

Lo cierto es que las plagas existieron como grandes fenómenos de la naturaleza y hay cierto testimonio de las mismas.

Algunos señalan a la Estela egipcia de la Tormenta en la que se habla de un dios desconocido que provoca una de las plagas similares a las descritas en la Biblia, la oscuridad, y  también se describe como una gran tormenta.


Pero la evidencia más clara parece ser del llamado Papiro de Ipuwer. Este fue traducido por A.H. Gardiner en 1909 y describe  una serie de catástrofes y plagas que azotan Egipto, hambre, sequía, fuga de esclavos que se llevan las riquezas de los egipcios y muerte en todas partes de la tierra de Egipto.  La similitud entre varios pasajes del éxodo bíblico y el papiro Ipuwer son tan sorprendentes, que algunos eruditos la muestran como fuente egipcia del relato bíblico. Algunas de sus expresiones son:

 El rio es sangre.  La gente no quiere probarla — La gente esta sedienta en búsqueda de agua.

¡Así esta nuestra felicidad!  Que haremos al respecto? ¡Todo es ruinas!

“todos los animales, sus corazones lloran. Los ganados gimen… ”

Aunque en el papiro no hay ninguna referencia explícita a los israelitas, se menciona una revuelta de esclavos, una columna de fuego y la desaparición en circunstancias insólitas de un faraón: “Contempla, el fuego ha montado encima sobre alto. Su combustión va en adelante contra los enemigos de la tierra”. En este papiro vemos un Egipto afligido por desastres naturales y en un estado de caos, un mundo revuelto, el hambre y la muerte están por todas partes.

Merenptah fue el hijo de Ramsés II. Su gobierno fue inestable y lleno de problemas. La ciudad de Pi-Ramsés es abandonada como capital. Las repercusiones socio-políticas del abandono de Pi-Ramsés, por no hablar de las económicas, tuvieron que ser enormes, incluso para el omnímodo poder faraónico. Basta comparar con el coste económico y político que hoy día tuvo en un gran país como EUA la evacuación de la ciudad de Nueva Orleans, inundada súbitamente de resultas de un huracán, y reocupada una vez reparados los diques. Tenemos varios ejemplos de abandono definitivo de ciudades en Mesopotamia, al cambiar su curso el Éufrates. Así, la antiquísima ciudad de Nippur -un par de milenios más antigua que la I Dinastía egipcia-, ciudad cuyo templo principal estuvo dedicado al dios sumerio Enlil, y sita a orillas de un brazo del Éufrates hoy seco llamado Chatt en-Nil. El abandono de la ciudad estaría sin duda relacionado con la desecación de dicho brazo.

Merenptah nos habla del pueblo de Israel como un pueblo extranjero de forma despectiva y es su primera mención histórica en documentos egipcios. Merenptah también combatió a los Libios y Pueblos del Mar (griegos) al tiempo del Éxodo (Los Documentos de Urantia señalan ese detalle). Su hijo primogénito Naneferkaptah y el hijo de éste murieron antes que él, su sucesor fue otro de sus hijos, Sethy II. Esto es interesante ya que coincidiría con la muerte del primogénito del rey.