viernes, 23 de febrero de 2018

Aspectos de la religión organizada


Los Documentos tienen una opinión bien equilibrada y ponderada sobre lo que es Religión Organizada. Reconocen el aspecto positivo y moralizante de dichas instituciones en la transición de etapas y épocas en la Humanidad. Aún al día de hoy, la religión organizada proporciona disciplina y respeto moral a individuos de tendencias ingobernables, y también ha sido un preservador de la familia en épocas confusas:

99:6.2 (1092.2) Existe un propósito auténtico en la socialización de la religión. El propósito de las actividades religiosas de grupo consiste en dramatizar las lealtades de la religión; magnificar el atractivo de la verdad, la belleza y la bondad; fomentar la atracción de los valores supremos; enaltecer el servicio de comunidad altruista; glorificar el potencial de la vida de familia; promover la educación religiosa; proveer asesoría sabia y guía espiritual; y alentar a la adoración comunitaria. Y todas las religiones vivas estimulan la amistad humana, conservan la moralidad, promueven el bienestar del vecindario y facilitan la difusión del evangelio esencial de sus respectivos mensajes de salvación eterna.

Sin embargo, a la vez los Documentos también reconocen abiertamente algunos problemas y desafíos que trae el mismo concepto de “religión organizada”. De los muchos que analiza, me gustaría centrarme en uno, que quizás en esta época convulsa, se está volviendo crítico.

Actualmente casi todas las religiones están viviendo problemas relacionados con el abuso de menores. A parte de las razones personales que llevan a individuos perversos a éstos crímenes, muchas veces la misma estructura eclesial y organizativa propicia que se aniden en ella estos abusadores. ¿La razón? La religión organizada funciona como una Mini Sociedad dentro de otra Sociedad. Y ese es el problema radical. Jesús nunca fundó una Organización que funcionara dentro de una civilización como otra sociedad humana, con sus propias reglas, directrices y leyes de auto-gobierno.

Veamos: un grupo humano amplio en la Sociedad humana que funciona en un país tendrá individuos buenos y malos. Habrá mucha gente que hace el bien, pero también existirán violadores y criminales. Y esa sociedad humana tiene las reglas, competencias e instancias que sancionan éstas acciones. Así podemos vivir en "comunidad". Ahora bien, las sociedades religiosas funcionan como “micro sociedades” en donde también se cobijarán sin duda personajes de maldad en réplica de escala menor, de una sociedad humana más grande. Y dichas Entidades Religiosas también tienen sus propias “leyes”, “directrices” y códigos que finalmente entorpecen el actuar de la Sociedad Civil más grande de la que afín de cuentas,  forman parte. La razón es que la Religión Organizada no debería existir como un "país"  dentro de otro país, con sus leyes paralelas y códigos internos, que en la práctica entorpecen las cosas. Esto está trayendo graves problemas a las religiones organizadas y aún no hay un auto examen sincero.

99:2.3 (1087.6) Los religionistas deben funcionar en la sociedad, en la industria y en la política como individuos, no como grupos, partidos ni instituciones. Un grupo religioso que tiene la presunción de funcionar como tal, aparte de las actividades religiosas, se torna inmediatamente un partido político, una organización económica o una institución social. El colectivismo religioso debe limitar sus esfuerzos al progreso de la causa religiosa.

Este es precisamente uno de los mayores problemas de la religión organizada. El intento de funcionar como un sistema social aparte o inserto en un sistema social ya establecido. Por ejemplo, el excesivo protocolo de procedimientos, la adquisición y construcción de bienes materiales y una excesiva mecanización y regulación de actividades, solo provoca, aunque se niegue, una expresión de colectivismo social, una especie de “país” dentro de otro país. Esto está provocando agotamiento, porque el deber espiritual de la religión se ha desviado al deber colectivo, social y material de la misma. Se han impuesto "cargas" que Jesús no ha pedido ni exigido.

Jesús fundó la Religión de la Experiencia Viviente en Dios. El no pretendía que sus discípulos fundasen una comunidad aparte de la sociedad humana de sus días. El deseaba que aquellos nacidos del Espíritu, beneficiasen como Sal de la Tierra y Luz del mundo a la misma Sociedad Humana que ya existía, y lo harían espiritualizando cada área de la Humanidad, sin crear una “mini sociedad”. Así, el seguidor de Jesús, se envuelve en la aventura transformadora del mundo.

El gran desafío de las personas religiosas que sobreviven en las mismas iglesias, está en "no perder el rumbo" al descuidar su espiritualidad interior, mientras navegan por este difícil mar de la transición humana. Tal como declaran los Documentos, la religión organizada es solo un "capullo" de transición temporal en ésta época humana. Finalmente el verdadero concepto de Jesús sobre el Reino emergerá victorioso como una mariposa.